Nombre

Una vez se nos quedó el auto a mi mamá y a mí en un puente. Era de noche. Llamé al auxilio y a la policía, por el lugar dónde había quedado. La policía llegó antes que la grúa. Corrieron el auto e hicieron todo el operativo. En un momento me dicen a mí que me quede en el lugar donde estaba el puente y a mi mamá le dicen que vaya donde está el auto, que ya estaba abajo del puente. Me dicen que me van a hacer unas preguntas, yo les digo que el auto no es mío que es de mi mamá y que sería mejor que le hagan las preguntas a ellas. Me dicen que no hay problema porque tienen que llenar los datos. Uno saca una planilla. Entre ellos se miraban y sonreían y me miraban y me sonreían. Yo estaba seria y miraba alrededor, pero estábamos solos, excepto por los autos que pasaban a toda velocidad.
Me preguntan la hora en la que se quedó, si llamé a la grúa, la patente del auto y en un momento me preguntan el teléfono. Les doy el teléfono de la casa de mi mamá. Uno de los policías me pregunta ¿Está bien si te llamo? ¿Te puedo llamar?
Por suerte mi mamá venía caminando y me dijo que fuera para el auto y que ella seguía contestando las preguntas. Milagrosamente el cuestionario se terminó en ese momento. Dijeron que tenían toda la información que necesitaban. Gracias a Dios ninguno de los dos llamó ni nada, pero fue un momento horrible. No me esperaba que pasara éso y encima, al ser policías, una no sabe cómo reaccionar o cómo van a reaccionar ellos.