An

Estoy harta de sentirme expuesta cada vez que voy con camisetas de asas. Ya no me las pongo por miedo a que me digan algo y, si me las pongo, solo cuando puedo llevar chaqueta. Me marcan el pecho y no me gusta sentirme así.
Desde niña siempre odié ser la que más pecho tenía y no era raro que se hablara de ello. También siempre fui la “gorda” del grupo (o “vaca”, como me llamaron en el colegio).
Otros problemas que me causan los canones de belleza donde tienes que ser un maldito palillo y tener tetas pequeñas es que me siento un bicho raro, que no merezco sentirme integrada en la sociedad.
¡Pues vete a la mierda, sociedad! Sociedad jodidamente sexista que solo sabe declarar un modelo tanto para hombres como para mujeres (aunque en cuanto al físico más a las mujeres) que sirven únicamente para despreciar a los que nos salimos de ese modelo.