Mónica

En el metro de la Ciudad de México:
Ha sido tal el acoso sexual de usuarios hombres a mujeres de todas las edades que, gracias a la fuerte presión pública de muchas mujeres, el gobierno ha asignado dos vagones para uso exclusivo de ellas. Sin embargo, hay muchos hombres que no respetan estos vagones y ocupan estos espacios que no les corresponden. Su actitud es de soberbia, impunidad, altanería e indiferencia ¿Somos nosotras las mujeres las que tenemos que pedir a estos hombres que se salgan, sacarlos, expulsarlos de nuestro espacio (con el riesgo que ello implica)? ¿Donde están los vigilantes y policías cuando se les necesita?