Me llevó unos meses escribir y publicar esto aquí. Tuve que superarme a mí misma para derramar el dolor. Pero sé que este sitio es superimportante, promueve la eliminación del sexismo. Todos los que escriben aquí son héroes. Mujeres y hombres que comparten con los demás lo que no se puede hablar abiertamente – heroínas y héroes de nuestro tiempo. Estoy agradecida a los hombres que han encontrado el coraje de admitir sus errores y disculparse, merecen respeto. Tenía seis años. Mi primo de 14 años me sedujo dos veces. Siempre recordaré ese horror. Una pequeña niña indefensa en un infierno de pesadilla. Estoy a medio metro de sus pantalones bajados. Dice con una voz de miel: “Ven, toca, besa…” Me acerqué y me di cuenta de que quería que hiciera algo malo, pero no sabía cuánto. Un niño tiene mucho miedo de decirle que no a un adulto. Recuerdo un estado de aturdimiento como cuando quieres gritar, correr, pero no puedes moverte. Tuve la fuerza para superar mi estupor y salir corriendo. Esperó el momento y me engañó para que entrara por segunda vez en su habitación, me escapé inmediatamente. ¡Era una niña de 6 años! Calculó la situación para crearse una coartada. Mi padre acaba de dejar a la familia, no había nadie que me protegiera. No esperaba que nadie me creyera. Mamá me habría defendido, por supuesto, pero se habría tomado como una calumnia sin fundamento contra la familia de mi padre. Ese bastardo se ha mantenido a distancia de mí desde entonces, y yo he mantenido mi distancia de él. Incluso me tenía miedo, tal vez reconoció subconscientemente mi poder. ¿Quiénes más fueron sus víctimas? Ahora él es General. A veces la violencia psicológica es más grave que el trauma físico. La psique del niño esconde los eventos traumáticos, los desplaza. Décadas después, lo recuerdo todo. La memoria comenzó a descargarse de los archivos de eventos y experiencias de la infancia, la adolescencia, mi vida. Mi memoria es hiperpotente, recuerdo los detalles, todos los sentimientos, las emociones y los sentimientos. Era mi 13º cumpleaños. Una amiga mía de 16 años, un primo de 14 – el hermano menor del pedófilo – un vecino de la misma edad, y yo fuimos a dar un paseo por la playa. Mayo, casi verano, 16.00 h, una enorme playa pública de una gran ciudad industrial con alto índice de criminalidad en Ucrania. ¿Pero qué piensa la buena chica sobre el crimen? No hay bañistas, pero hay suficiente gente y no se espera que haya problemas. Todo sucedió rápido. Un grupo de más de 10 adolescentes enviaron a nuestros chicos a casa. Se fueron. Una docena de tipos empujaron a mi amiga tras un cañaveral, otros dos me llevaron a mí a otros arbustos. Tardé un tiempo en descubrir lo que querían que hiciera. Todavía no tenía la menarquia. Empezaron a explicarme lo que debía hacer, de forma vaga y confusa, pero me di cuenta rápidamente. La primera reacción fué un grito de ayuda. Unas pocas advertencias – fuertes golpes en la cara, un zumbido en los oídos… – me calmé. Ni ellos ni yo sabíamos que el injusto dolor corporal que sufría desencadenaba mecanismos específicos en mi persona. Recuerdo claramente cómo mi mente comenzó a escanear la situación, estaba analizando la cadena de posibles eventos usando el método de búsqueda. Al mismo tiempo pensaba en mi amiga, ¿dónde está, qué le pasa? En el peor de los casos me golpearán, y yo les clavaré los dientes en su carne apestosa hasta morder los vasos principales de estos bastardos. No me gustaba esta opción, odio el contacto con extraños y especialmente la violencia física contra mi cuerpo en cualquier forma. Ya lo sabía. Estaba asintíendo con la cabeza, fingiendo que escuchaba las instrucciones, subconscientemente ganaba tiempo y buscaba una opción con una mínima pérdida para mí. Escapar – perfecto, tenía categoria de atleta junior – no me alcanzarán. Pensaban que podrían manejarme fácil y rápidamente. Con mi visión lateral, encontré una abertura hacia el camino, pero no giré la cabeza para no decubrirme. Dios o el universo, el azar o el destino me favorecieron. Vi la silueta de una mujer con un perro. Ellos también. Cuando la mujer se aproximó a este lugar infernal, se calmaron por un momento. Me arriesgué. Corrí más rápido que todos los corredores del mundo y grité más fuerte que Krakatoa. No me di la vuelta ni una sola vez. Vi a gente que se giraba y se dirigia hacia mí. Corrí y seguí explorando los alrededores, buscando ayuda para mi amiga. Unos camioneros estaban descansando en la orilla, me dirigi hacia ellos para explicarles lo que pasaba y apunté con mi mano hacia el segundo lugar del infierno. Los hombres agarraron grandes barras de hierro y corrieron hacia allí. Todo salió bien. ¿Fue un HAPPY END? Mi amiga, “nuestros” chicos y yo nunca hemos hablado de lo que pasó. Probablemente todavía piensan que fuimos violadas. No le dije nada a mi madre, sabía que los encontraría. ¿Esos monstrous se detuvieron por una semana al menos? La psique de la niña dio por sentada esta situación como una norma de vida. ¿Es ésta la NORMA de la vida en el planeta Tierra? Los mismos mecanismos de defensa se activan ahora cuando alguien me amenaza sin causa justificada. Pero ahora mis reflejos se han perfeccionado. Mi cuerpo tiene una constitución asténica, a los 13 años estaba demasiado flaca, por mi gran altura parecía unos años mayor, pero no daba la impresión de ser una chica que pudiera defenderse o al menos resistirse. Cuántos comentarios humillantes he oído en mi vida: para algunos hombres estoy gorda, a otros les gustaría que tuviese más volumen en ciertas partes para complacerlos. Perfeccioné mi cuerpo. Sigo siendo increíblemente delgada, 58 kg y 174 cm, la imagen de una mujer hermosa y femenina, en parte indefensa. Nadie sabe a primera vista lo que se esconde dentro. Hubo otros intentos de violación, muchos, más de 20. Yo siempre terminé físicamente ilesa… Nunca he provocado a nadie. Siempre me he comportado con dignidad, incluso cuando era estudiante en un club después de mucho alcohol. Llevé ropa unisex durante años, para no llamar la atención sobre mi cuerpo. Una docena de chauvinistas más se autoafirmaron, pegándome en la cara. Nunca les he dado una segunda oportunidad. Rescataba a mis amigas de sus agresivos novios. Una vez insistí en que una de ellas llamara a la policía para denunciarlo, para que parara. Ella llamó y no volvió a tocarla. Me he convertido en una médico de éxito. Soy financieramente independiente. Tengo dos carreras universitarias más. Yo sé pilotar aviones. Es fácil para mí. Lo difícil es encontrar una sociedad sin síntomas de sexismo y discriminación por cualquier motivo. Las amenazas de abuso físico han terminado, aunque no se excluyen. Pero lo psicológico y lo emocional permanecen. Casi todos los días me siento discriminada por razones de género. Los hombres con buena educación, estatus, títulos académicos hacen cosas asquerosas e inmorales. Dentista, PHD, el jefe de clínicas, 44 años, padre de su hija. Cuando me negué, un océano de sexismo se derramó sobre mí. Insultos, amenazas. Pero la ley no podía hacer nada. Otro dentista tambien exigió mi amor. Estaba casado y con cuatro hijos. Le hice reflexionar y se dispulpó. Pero la dispulpa no fue sincera. Han pasado años y todavía somos colegas. Estos son algunos ejemplos entre miles. Tuve muchas relaciones cortas y algunas largas, todas fallidas. Ingenuamente pensé que esta situación irremediable solo ocurría en la Rusia patriarcal. España. 2020. Página de contactos SERIOS. Empresario de Benidorm, 43 años. “La paz es mágia” estaba escrito en su perfil. Por whatsapp la comunicación era agradable, intercambiamos fotos, hablabamos por teléfono (así los hombres comprueban cómo son las mujeres). Durante un par de días desapareció, y luego de alguna manera decidió que tenía que ir a dormir con él a una habitación de hotel por 30 euros. Encontré las fotos de su boda en Facebook, aunque dijo que estaba libre. No fui. Cientos de llamadas, mensajes, insultos, amenazas. Pero eso no es suficiente para denunciar por acoso. Encotré una manera de tranquilizarle que no se podía imaginar. Tal vez sea un hombre de familia por un tiempo. Pero no disfruto de tales “victorias”, no juego con la gente, construyo relaciones abiertas y respetuosas. Todavía hay sedimento. El sexo está bien, pero con respeto. ¿No tendría que ser asi siempe? ¿Cómo puedo seguir amando genuinamente el sexo? Analicé mi experiencia personal en páginas de contactos y obtuve estadísticas. Más del 90% de los hombres son sexistas. El resto tiene problemas psicológicos en diversos grados. Es una pena que la administración de páginas de contactos no proteja del sexismo. “…si consideras que…, te recomendamos presentar denuncia ante la policía. Una vez ellos se pusieran en contacto con nosotros, con mucho gusto colaboraríamos en la medida de nuestras posibilidades, ofreciendo la información requerida.” Los sitios web son indiferentes a esto, lo principal es que la gente pague más. Sólo bloquean a los usuarios cuando hay una violación grave. Pero las consecuencias negativas después del contacto con los sexistas permanecen. Un hombre de 50 años, profesional y deportista me invitó a un restaurante de lujo para tomar un café. Este es uno de los restaurantes de mis amig@s cercanos. Si se lo digo pensará que estoy presumiendo. ¿Cómo le explico a mis amig@s que sólo vine al restaurante a tomar un café? Con… no sé con quién… Se reirán. ¿Creerá que me hace feliz si me lleva a la calle bohemia de un hermoso pueblo mediterráneo, a un costoso restaurante, para tomar un café? Casi todos los hombres presumen de sus coches. Pero no saben como son mis coches. Las mujeres tienen instrucciones de no mostrar sus logros materiales e intelectuales a los hombres para no ofenderles. Quieren saber si mis coches y mis casas los compré por mi cuenta. ¿Tal vez me aprovecho de los hombres? Después de todo, si una mujer es hermosa, esta es una manera de establecerse bien. Si le preguntas a un hombre sobre el estado de sus cuentas es un insulto mortal, significa que la mujer quiere usar el dinero de ese hombre. ¿Dónde está la justicia? ¡¿Quién les dio derecho a insultarme con sus sospechas?! Cuando conozco a un hombre, por ejemplo, me interesa el tamaño y la elasticidad de su pene y cómo es capaz de usarlo. Pero a un hombre no se le puede preguntar sobre su cuerpo y su situacion económica, aunque ellos pueden opinar sobre mi cuerpo, sobre toda mi personalidad. Por cierto, existen muchas formas médicas de mejorar la calidad y el tamaño del pene. Y algunos hombres lo usan para complacer a su mujer. ¿Por qué este tema es TABÚ? ¡No solo las mujeres deben aumentar sus volúmenes! Un día superé la timidez y le dije que no estaba satisfecha con el tamaño de su pene. Él continuó tratando de acercarse. Pero el tamaño no fue la única razón por la que me negué, era sexista, aunque entonces no sabía definir exactamente el problema. ¿Cuántos hombres había conocido con bajo IQ? ¿Cuántos razonaban con “lógica femenina”? ¿Y no tengo derecho a decirles nada? ¿Solo perder mi precioso tiempo con sus ridículas historias? El punto de no retorno: empresario, 49 años, arquitecto, adinerado, ESCRIBE SU NOMBRE y TITULACIÓN PROFESIONAL CON LETRAS MAYÚSCULAS, 2 hijos, divorciado (de sus palabras), se llama a sí mismo un dios… Se presenta con gafas de sol y sin “hola”. ¿Cuál es la razón por la que muchos hombres en el espacio virtual empiezan a comunicarse sin “hola”? ¿Son éstas las nuevas reglas? Desde el principio escribe: tiene un doble rasero, en el mundo real y virtual. En la vida real es educado y se quita las gafas, pero aquí… es diferente. Me dice que yo soy la inculta, la maleducada, a diferencia de él (textualmente). Es una engañosa sensación de impunidad. El mundo virtual es parte del mundo real, nadie ha cancelado el respeto por el interlocutor del otro lado de la pantalla. “El Arquitecto”, en un guión habitual, pone a prueba mi conocimiento de la ciencia, el arte, mi solidez financiera. ¡Que se prueben a sí mismos primero! No puede siquiera imaginar que las mujeres pueden ser más educadas e inteligentes que él. Mientras, a las niñas se les enseña desde el pañal: ¡no muestren su mente! ¡¿Cuándo terminará?! Luego la prueba estándar: una foto para comprobar si soy real y si mis fotos son reales, una llamada telefónica para escuchar la voz. Yo le gustaba mucho. Hizo una cita cuando se sintió cómodo, cuando necesitó una “desconexión” porque comenzaba la cuarentena. Gracias COVID! La reunión era técnicamente imposible. Los sexistas nunca le preguntan a una mujer lo que quiere. Las formas modernas de sexismo son sofisticadas, veladas, por ejemplo el sexismo benevolente. Si le gusto a un hombre, no significa que ya tenga derecho a mí y yo tenga que cumplir sus caprichos. Quiere que le envíe mis fotos cuando me necesite. “Verte a cada momento, cuando lo necesite, fácil” Cuando se le pregunta qué fotos, responde: “Lo que a ti te apetezca enseñarme. Tus piernas, por ejemplo. Eso me ayudará” Esto es después de que él ya se enteró del número de mis diplomas, títulos, libros publicados. ¿Merezco esa clase de falta de respeto? Sí, tengo aspecto de modelo, pero aunque no supiera cuánto es 2×2, ¡no es razón para tratarme como una cosa! ¡No soy una cosa! ¡No soy mi cuerpo! ¡Soy una persona! Le pedí que me explicara cómo iba a usar mis fotos, pero no le gustaron mis preguntas, así que las ignoró. Como yo era desobediente, el me llamó “mujer extraña” y me recomendó que cambiara para gustarle más: “imagino que irás cambiando un poco y me gustarás más… porque te deseo”. ¿No soy lo suficientemente buena? ¡¿Quién coño son estos cabrones para decirme eso?! “Me gustas mucho. Me vienes bien… Puedes ser una mujer adecuada para mi” – ¿le quedo como una camisa o unos calcetines debajo del traje? ¡Estoy harta de este maldito paternalismo sexista! “Me cuesta mantener una conversación superior a 30 segundos con una mujer. Me aburro. Contigo no”. ¿Es un cumplido para mí? ¡Es un insulto para todas las mujeres! Aún se desconoce quién se aburre en 30 segundos. Después de ésta y otras frases similares desaparecí del diálogo, pero él quería continuar el “juego”. ¡Malditos cronófagos y comedores de las emociones de otras personas! ¿Los sexistas no son conscientes de sus palabras y acciones? Escribí abiertamente que su comportamiento es irrespetuoso con una mujer. Honestamente dije que publicaría todos los diálogos. Él, en lugar de una disculpa o al menos una pregunta, ¿qué pasa? – está pensando en la potencial pérdida de beneficios – los derechos de autor. ¿Un hombre respetable a la edad de 49 años no puede mantener un diálogo? ¿Por qué no vería a un terapeuta? Se lo recomendé, pero parece que no fue. Le hice muchas preguntas, lo animé a entender su comportamiento y cómo sus palabras y acciones. La respuesta es la negación completa del problema como tal. Los sexistas no quieren pensar en los posibles efectos de su comportamiento. Este paternalismo constante. ¿Quién y cuándo ha establecido que necesito ser tratada como un ser humano con el nivel de desarrollo psico-emocional de una niña pero no como una igual? ¿Por qué razón los hombres sexistas asumen a priori que una mujer tiene un estatus inferior, material, social? ¿Soy menos importante para la sociedad? Quiero usar mis habilidades en física y matemáticas y otros talentos en beneficio del desarrollo de la sociedad, pero hasta ahora he gastado injustificadamente recursos personales en protección. Hace unos cinco años fui a un terapeuta, por si acaso. 100 euros valieron para confirmar mi salud psicológica absoluta. Estoy sana y quiero vivir en una sociedad sana, libre de sexismo y discriminación de cualquier tipo, basado en el respeto a cada persona, como está escrito en las constituciones, muchas convenciones y códigos de muchos países y la ONU. Por ejemplo, aquí está la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer. El racismo y el nacionalismo se han curado en muchos países. La discriminación por motivos de raza o nacionalidad puede ser perseguida por la ley. Era alentador que, como resultado del gran desplazamiento de los pueblos, ese tipo de discriminación se estaba reduciendo. Mi padre es judío, mi madre no. Para los judíos, no soy judía, para todos los demás, al contrario. Esa es también una razón por la que he sufrido mucho. Tal vez sea hora de crear y aprobar leyes antisexistas. Ese día será la mejor fiesta, haré lo posible para que llegue cuanto antes. Es asombroso que todavía crea en la gente, respete a los hombres y pueda regocijarme sinceramente en la vida. No quiero ser más una “víctima”, haré que los sexistas y similares me teman a mí, a mis palabras y a mis acciones. Tengo planes. Y siempre hay opciones b, c, d y + Los estudios científicos han encontrado que una de las formas más eficaces de influir en un miembro no ético de la sociedad con estatus es a través de la publicación abierta de hechos comprometedores pero corroborados. Publicaré todos los nombres reales de pedófilos, sexistas, violadores, etc. Los abogados encontraron una laguna en la ley para hacerlo con seguridad. No puedo, no quiero y no me quedaré callada nunca más. La verdad es una de las mejores curas. He estado reflexionando y estudiando el tema durante mucho tiempo desde un punto de vista científico. Me licencié en psicología para lidiar con esta basura, para que los factores traumáticos de la infancia no afecten negativamente mi vida. Casi lo tengo. Estaba buscando defectos en mí misma. He arreglado todo lo que necesito. Pensaba que la causa de la falta de respeto a las mujeres eran problemas psicológicos: trastorno de la personalidad, el trastorno disocial o trastorno de la conducta, sociopatía, narcisismo, manipulación mental, abuso psicológico, maquiavelismo, trastorno explosivo intermitente, rasgos cognitivos, mecanismos de defensa en psicología, victimización, gazlayting, etc. ¿Es el sexismo un diagnóstico que debería hacerse en los CIE-10? No importa cómo se llame: prejuicios y discriminación de género, “sexismo hostil” y “sexismo benévolo”, microsexismo, machismo, misogenia, masculinidad tóxica, androcentrismo, patriarcado, objetivación sexual, mansplaining, estigmatización social etc., porque siguen ofendiendo e insultando sin razón. Palabras, hechos, sutileza, astucia, engaño… No se acepta ser grosera en la respuesta, no es femenino. Desafortunadamente, es imposible hacer una reclamación sobre una base legal. ¡Ya he tenido suficiente! ¡¡¡He estado harta de estos monstruos durante cuatro décadas!!! Cada vez que soy discriminada por razones de género, vuelvo al estado de esa niña que ha sido lastimada tantas veces. Me defiendo, huyo, evito. Desde hace muchos años llamo al diálogo, le pido al abusador que discuta y, si es posible, que se dé cuenta, que entienda, que admita sus errores y que se disculpe. Lo pido sinceramente, espero. Conozco a muchas mujeres inteligentes. Es triste ver cómo obedecen las reglas del sexismo y no pueden superar los estereotipos centenarios, y en cierta medida subordinados al poder de los hombres en el hogar, en el trabajo, en los negocios, en la vida pública. Una de mis pacientes, una estudiante, me habló de las múltiples manifestaciones de sexismo en la escuela. ¿Quién te insulta, los chicos? – Los chicos, pero más los profesores, tanto hombres como mujeres. Incluso los adolescentes saben mucho sobre el sexismo. Planeta Tierra, 2020. Mi lista de preguntas preparadas ha sido actualizada con una nueva: “¿Es usted un sexista?” He hecho esta pregunta a hombres de alrededor 30 años y funciona. Definitivamente no quieren ese “diagnóstico”. Es bueno saber que la nueva generación está menos afectada por esta enfermedad. Hacía muchas entrevistas con pacientes, colegas, conocidos, gente al azar. Mi paciente, colega, PHD, docente, una señora fina e inteligente, compartió que su marido es a veces muy insultante. ¿Por qué no habla? La mayoría de las mujeres dicen que no se puede cambiar nada. Recientemente, una amiga mía(ella me ayudó a traducir este texto al español), me dijo: “la lucha contra el sexismo es una batalla perdida”. En tales casos repito una de las reglas de oro – las palabras de Winston Churchill: “Nunca cedas, nunca te rindas, nunca, nunca, nunca, en nada, grande o pequeño, largo o corto, nunca cedas ante tus convicciones de honor y sentido común. Nunca te rindas ante la fuerza, nunca cedas ante el poder aparentemente abrumador del enemigo”. Por naturaleza, soy pacifista. Hace 10 años, empecé a practicar artes marciales, la bondad debería ser con los puños, por cierto, mi puñetazo derecho es genial. Pero aún no he atacado ni una sola vez. Siempre en estado de defensa. Estoy harta. No quiero defenderme más. ¡Exijo respeto! Deja que se defiendan. Aquellos que no son dignos de ser llamados un hombre, un humano. En toda mi vida, sólo un hombre se ha disculpado sinceramente. Estábamos coqueteando en la primera cita, y al final de la cena, admitió que estaba casado. Dije todo lo que pensaba sobre ello (en forma concreta) y me fui. Al día siguiente llamó, se disculpó y agradeció. Años más tarde, me encontró en Facebook y se disculpó de nuevo. En este sitio también los hombres escriben y se disculpan raramente, pero aún así progresa. ¿Cuáles son las condiciones necesarias para que haya más disculpas y las razones para que las terribles revelaciones desaparezcan para siempre?