Luna

Trabajo en una oficina en un equipo de siete personas, dos mujeres (incluyéndome) y cinco hombres. mi jefe me intento besar en una reunion, yo me aleje y estaba tan sorprendida que me empece a reír de nervios, nunca lo vi venir. Lo comente con uno de mis compañeros al que conozco desde la Universidad y me dijo que no lo contara a nadie, por que me culparían a mi, diciendo que fui yo la que lo provoco; aunque también y según mi compañero este señor es bien conocido por hacer este tipo de cosas.

Sara

Íbamos en el auto de mi padre, yo de copiloto y el al volante. El auto de enfrente cambia de carril de forma intempestiva y torpe. Mi papá dice: “debe ser mujer o algún anciano”. Cuándo alcanzamos el auto pocos segundos después y nos quedó a la vista la persona que conducía, vimos ambos que era un hombre joven. Mi padre entonces menciona: “Está joven, de seguro está aprendiendo”.

Shandel R.

Vivo en México donde lamentablemente las mujeres experimentamos el machismo a diario y en diferentes ámbitos. En éste caso me gustaría hablar del ámbito laboral, actualmente soy Gerente en 2 negocios en dónde dia a dia mi valor y mis opiniones cada vez son menos tomados en cuenta debido a que otro gerente (hombre) minimiza mi valor por ser mujer, en el que persuade a la dirección de las empresas en donde ambos laboramos para que sus opiniones y decisiones de él sean tomadas en cuenta y así minimizar por completo mis decisiones, en donde pasa por alto totalmente el cargo que nuestros jefes me han dado y en el que hace todo por denigrar la dignidad tanto mía como de mis compañeras de trabajo. Tanto a sido el acoso laboral que me a perjudicado directamente incluso en mi vida personal,entrometiendose en mi vida amorosa hablando mal de mi con mi pareja y con otros compañeros de trabajo,lo peor de todo es que la dirección de la empresa apoya a éste machista misógeno y no tienen el valor de ponerle un alto, siguen permitiendo este abuso laboral que a la larga perjudica a las mujeres que con mucho esfuerzo hemos luchado incansablemente por lograr un puesto como el mío. Cada día voy a trabajar con el temor y la inseguridad de con qué me voy a enfrentar ése día o con qué obstáculo me va a poner para no realizar mis labores libremente. Espero poder encontrar una buena guía para que este problema no se haga más grande y después tenga que lamentarlo o incluso ya no pueda escribir al respecto.

Dolores

El papá de mi exnovio contaba como su sobrino había embarazado a su novia, pero como la novia había sufrido abuso sexual intrafamiliar, pues no era posible afirmar que el hijo era suyo. Así que recomendó al sobrino alejarse y bloquear a la chica para siempre, yo opiné que primero debía ayudar a la chica y en caso de decidir seguir con el embarazo, verificar con prueba de ADN si el hijo era suyo. El señor respondió: “claro, tu piensas así porqué eres mujer”.

Celeste

Tenía 18 años, iba en el transporte público camino a mi casa, después de la escuela. Yo iba sentada de uno de los asientos que quedan del lado del pasillo. Un sujeto se subió y se pegó mucho a mí, al principio creí que era normal porque el camión iba lleno. Sin embargo, el camión se vació y el sujeto no se quitaba de mi lado. Me preguntó sobre algunas calles de la ruta y le respondí -esperando que después de eso se alejara- pero no lo hizo. Después de eso comencé a sentir como algo chocaba en mi hombro, implorando en mi mente porque fuera su mochila de trabajo miré con miedo y me di cuenta de que no era su mochila. Era su pene totalmente erecto, estimulándose con mi hombro. Me invadió el miedo porque ya no había mucha gente, no sabía que hacer, así que con la voz tan firme como pude le dije que se bajara si no comenzaría a gritar. Se bajó e inmediatamente llamé a mi mamá para que me esperara donde me bajaría, tenía miedo de que me siguiera hasta mi casa.

Verónica

Hay tanto sexismo en la sociedad mexicana, que es muy difícil abarcar todas las experiencias y situaciones donde se presenta. En la vida cotidiana, lamentablemente me he visto confrontada con escenas de celos, controles de las redes sociales, comentarios machistas, y una total intolerancia de mi pareja a mis reclamos. Es decir, que mis reclamos no han servido jamas para que la contraparte piense en la violencia que ejerce, sino que para reforzarla: pues yo me transformo en la loca, histérica, a la que algo le pasa… Tambien me siento en condicion de rehen, con un hombre que sale al trabajar y considera que yo debo quedarme en la casa a cuidar niños, y que hacer algun curso es suficiente, pues para algo soy mujer. Lo mas angustiante es que una mujer con niños pequeños y sin apoyo social ni economico la encuentra muy dificil para poder irse facilmente, pues no hay condiciones de apoyo para mujeres solas con hijos. Ojala en este pais las cosas cambien algun dia para que alejarnos de los carceleros machistas que oprimen a las mujeres no sea tan dificil y lento para las mujeres que se encuentran en estas condiciones.

Macarena

Mi ex decidió terminar la relación después de un año alegando que no podía con mi pasado por el hecho de haber tenido aventuras después de un divorcio. Yo no quería relaciones formales saliendo de un mal matrimonio. Los hombres sí pueden tener historias aún estando casados. Engañar y ser infieles es de machos alfa. Ser soltera y disfrutar de tu sexualidad te hace puta. Mexico país de machos donde a la mujer para ser valorada, más le vale ser intachable y reprimida, a libre e íntegra.

Mariana

Hay tanto que no se por donde empezar. El sexismo se ha presentado en mi vida desde que era una niña. De niña a mi me gustaba jugar con carritos, legos, todo lo que involucrara una pelota, trepar arboles, bardas, lo que fuera. Cada vez que jugaba con mi hermana y primas a la “casita” yo siempre era el “papá” que iba a trabajar, etc. Por esto mismo para mis abuelas y tías siempre fui una “machetona”, termino que no entendí hasta ya grande, pero que sin embargo se sentía como un insulto y desaprobación de niña. Cuando llego el tiempo de escoger que estudiar para la universidad, muchas ideas fueron descartadas porque eran “carreras para hombres”. En mi casa mi mamá es maestra de primaria y el consejo tanto de ella como de mi papá era: “estudia para maestra, para que cuando te cases tengas tiempo de cuidar a tus hijos”. Como ingeniera siempre he recibido comentarios sobre lo raro que es ver a una ingeniera bonita ¿que tiene eso que ver con el grado académico? O comentarios mientras trabajo de “¿Porque tan seria? ¿Estas enojada? ¿Porque no sonríes?” jamas he escuchado que le pregunten algo así a mis compañeros, estoy concentrada trabajando y no puedo estar riéndome. Obviamente en mi casa, la cual yo consideraba libre de los peligros del machismo, esta llena de ellos. Las diferencias que se hicieron entre mi hermana y yo con mi hermano son exuberantes. A mi hermana y a mi siempre nos toco ayudar con la limpieza de la casa y se nos enseño a cocinar, no podíamos llegar tarde, tomar alcohol o salir con amigos, porque estaba mal, en el mejor de los casos recibíamos comentarios como “las niñas bien no hacen eso” o el contrario “solo las niñas mal andan a esas horas en la calle” o hasta llegar a insultos. Cuando mi hermano tuvo edad de salir, los mismos comportamientos por los cuales a nosotras nos regañaban fueron aplaudidos. Siempre he tenido muchos amigos hombres, me llevo muy bien con los hombres y su forma de digerir el que yo sea mujer y que tengamos gustos similares o que podamos tener conversaciones abiertas y divertirnos siempre ha sido “es que tu eres como un hombrecito”. Hasta ahora que he estado leyendo los posts de esta pagina, vengo cayendo en cuenta que es un tipo de sexismo super arraigado, tanto que no me había dado cuenta. A mi novio y a mi nos gusta mucho tener conversaciones sobre el sexismo y el machismo en nuestra cultura y en el mundo, y nos hemos ido dando cuenta de pequeñas cosas tan comunes que no nos damos cuenta que detrás de eso esta escondido el sexismo. ej. un día después del trabajo tuve una reunión con mis compañeros, en la cual me tome unas cervezas, cuando llegue al departamento (vivimos juntos) me hizo el comentario de: “pareces el esposo borracho que llega a su casa”. El comentario era inofensivo y en broma y sin embargo, me hizo sentir pena y culpabilidad. Durante la mañana siguiente estuve tratando de descifrar mis sentimientos, hasta que llegue a la conclusión, de acuerdo al comentario mi comportamiento era de un hombre y no de una mujer, lo platique con mi novio y el lo hizo entre broma y reclamo sin pensarlo mas allá, pero estuvo de acuerdo conmigo, el comentario estaba cargado con machismo o sexismo. Otro ejemplo que puede ser muy “normal” es el fútbol. Hace unos meses fui al estadio a ver un juego, la FIFA se percato del grito de “puto” que pues es un insulto para el portero y que recae en homofobia. Sin embargo estando ahí, escuchando los cantos o porras, me percate que todo es un insulto al jugador porque parece mujer, obviamente todas estas porras están llenas de misoginia. ej. “que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, ese no es un portero es una PUTA DE CABARET” o “El que no salte es un puto maricón”. Esas son las que recuerdo, pero es realmente preocupante, es algo tan interiorizado que para todos, incluyendo mujeres, no tiene importancia. Pero tendríamos que recordar que lo que pensamos se convierte en palabras y las palabras en acciones. En fin, todo esto sin entrar en detalles de experiencias de acoso sexual y acoso en la calle, que como muchos otros posts un simple hola en la calle de un desconocido, con el tono lascivo, lo he recordado por días y cada vez que se recuerda produce un cierto malestar físico y emocional. Al menos creo que al ser cada vez mas consciente de esto, el sentimiento de culpa, pena y hasta de asco se empieza a desvanecer y empiezo cada vez mas a poder platicarlo con amigos y familia, y creo que así, teniendo conversaciones abiertas sobre el tema, podemos todos tomar consciencia de que el sexismo no es algo que aporte a nuestra vida, sino todo lo contrario, la llevamos de perder todos.

Mónica

En el metro de la Ciudad de México: Ha sido tal el acoso sexual de usuarios hombres a mujeres de todas las edades que, gracias a la fuerte presión pública de muchas mujeres, el gobierno ha asignado dos vagones para uso exclusivo de ellas. Sin embargo, hay muchos hombres que no respetan estos vagones y ocupan estos espacios que no les corresponden. Su actitud es de soberbia, impunidad, altanería e indiferencia ¿Somos nosotras las mujeres las que tenemos que pedir a estos hombres que se salgan, sacarlos, expulsarlos de nuestro espacio (con el riesgo que ello implica)? ¿Donde están los vigilantes y policías cuando se les necesita?

Marcela

En una empresa cuando se saluda al jefe solo a las mujeres se les pide a veces, que dieran vueltica completa en la oficina del jefe ! Me pregunto porque a los hombres jamás !